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ARGENTINA, EL EDÉN DEL STREAMING

  • Foto del escritor: Ailen Castrillo
    Ailen Castrillo
  • 12 ago
  • 6 Min. de lectura

En un mítico bar de Buenos Aires se encontraron tres viejos amigos: la Televisión, la Radio y el Periódico. Cada uno con su propia historia, pero unidos por la nostalgia de un pasado dorado, en donde los tres eran el centro de la escena.


La Televisión, con su pantalla desgastada y colores apagados, recordaba con cariño las noches familiares cuando todos se reunían para ver su mágico brillo. "Era la reina del entretenimiento", suspiraba, añorando el pasado. La Radio, con su voz rasposa, sonreía mientras rememoraba las largas transmisiones de música y relatos. "Yo era la compañera de cada viaje" decía, sintiendo la calidez de los recuerdos de los oyentes. El Periódico, con sus páginas amarillentas y letras manchadas de tinta, miraba a sus amigos con melancolía. "Mis titulares llenaban de información a la sociedad", murmuraba, recordando su rol informativo.


Entre risas y recuerdos, discutían quién había sido el más importante. La Televisión manifestaba que su espectáculo era imprescindible, mientras que la Radio insistía en su cercanía emocional. El Periódico, con una mirada sabia, consideraba que todos habían jugado un papel crucial en la historia de la comunicación.


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Sin embargo, lo que alguna vez fue el centro de atención en la vida de millones de personas, se vio eclipsado por la revolución digital. Con la llegada de internet y la tecnología, comenzó una nueva era de flexibilidad a la hora de consumir productos audiovisuales gracias al auge de las OTT. Así, el espectador, antes anclado al reloj y la antena, comenzó a explorar un nuevo mundo: el contenido a la carta, navegando entre plataformas de streaming que ofrecen un banquete interminable de series, películas y documentales, todos al alcance de un clic. 


OTT, ¿por encima de todo?


Las siglas OTT remiten a “Over the top”, que en su uso común significa "desmesurado" o "excesivo". Este concepto se relaciona perfectamente con la esencia de las mismas, ya que las plataformas OTT ofrecen servicios y contenidos de audio y video que se transmiten a través de internet, sin que las operadoras y sus redes puedan controlar su distribución. En un mundo donde la oferta de entretenimiento es abrumadora, esta idea de lo "excesivo" cobra vida con el uso de los servicios de streaming. Algunos de los proveedores más populares son Amazon Prime, HBO MAX, Netflix, Prime Video, Vimeo, YouTube, Star +, Disney +, Paramount +, Flow, Movistar Plus y Apple TV.

 

En América Latina el 24% de los hogares consumen TV Paga (lo que solíamos llamar Cable) y OTTs, el 19% solo OTTs, y el 17% suscribe únicamente a TV Paga, según un estudio estadístico realizado en 2021 por la organización Business Bureau.






En relación a estos porcentajes, es evidente que el crecimiento de las plataformas de streaming en nuestro país está dejando una huella significativa en la producción de contenido. Desde 2018 hasta la fecha, Netflix (la plataforma más popular en el país) creó más de 35 series, películas y documentales en Argentina. A esto se suman Amazon Prime, HBO, Paramount y Star Plus.


En ciertos aspectos, esto es una buena noticia. Sin embargo, también plantea un problema: la ausencia de regulación para las OTT limita su potencial y el impacto positivo que podrían generar en nuestro país. Sin un marco legal que las regule, se ve afectada tanto la cultura local de nuestro país y la protección de los datos personales como la infraestructura de Internet en Argentina. 


Nada por aquí, nada por allá  


Al igual que sucede en muchos otros sectores, las empresas que forman parte de esta industria tienden a establecerse en países donde las autoridades reguladoras son poco estrictas, es por eso que Argentina es un país paradisíaco para las plataformas de streaming. 


“Actualmente, no existe ninguna regulación que reglamente el funcionamiento de las plataformas audiovisuales en Argentina”, asegura Melissa Bargman, Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social y co-directora del grupo de investigación de las plataformas tecnológicas en la Sociedad del Conocimiento de la Universidad de Buenos Aires.


En cuanto a las regulaciones, argumenta que “lo único que está vigente en materia legal es la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual la cual está orientada meramente a telecomunicaciones y no hace referencia al contenido audiovisual brindado para las OTT”.

 

Ejes fundamentales para la regulación


En su investigación “El desafío de los Servicios Over the Top en la industria de la comunicación”, la especialista explora estos tres pilares fundamentales desde los cuales se deberían regular a las plataformas que ofrecen sus servicios y producen en nuestro país: el contenido, la infraestructura (internet) y la protección de datos personales.


En Argentina, las grandes empresas de telecomunicaciones tienen la obligación de destinar el 1% de sus ganancias al Fondo Fiduciario del Servicio Universal, el cual se utiliza para mejorar la conectividad y la infraestructura de Internet en el país.  “Esta misma regulación debería extenderse a las plataformas OTT, ya que es fundamental que estas empresas, al brindar sus servicios en nuestro territorio y beneficiarse económicamente, contribuyan en las mejoras de infraestructura”, argumenta la investigadora. 


Asimismo, puntualiza que es de suma importancia “regularizar y exigirles a las empresas OTT que cumplan con una cuota mínima de producción nacional en sus catálogos para evitar una industria de streaming que solo ofrezca contenidos de los grandes centros de producción y fomentar la cultura de nuestro país”.


Por otro lado, es crucial establecer una política que garantice la protección de los datos personales de los usuarios que consumen el contenido de las plataformas OTT. Actualmente, la ley de protección de datos personales data del año 2000, lo que la hace obsoleta frente a los avances tecnológicos y las nuevas dinámicas digitales. "Se necesita una política en donde nosotros sepamos que esos datos están protegidos", señala la experta. Sin embargo, los proyectos de ley para actualizar esta regulación perdieron estado parlamentario, lo que pone en evidencia la urgencia de una revisión integral y actualizada que responda a los desafíos contemporáneos en materia de privacidad y seguridad en el entorno digital.


Regulación, ¿sí o no? 


“Existen distintas miradas acerca de la necesidad de regular a las empresas que brindan servicios de streaming”, admite la investigadora quien también puntualiza que “muchas personas sostienen que si se establece una regulación muy estricta, las empresas dejarían de producir contenido audiovisual en el país, lo que significaría una baja en los puestos de trabajo”.


Sin embargo, argumenta que “hay que velar por una regulación que permita equilibrar la situación para que Argentina no se convierta en un lugar donde vienen, filman, usan recursos y se fugan con las ganancias”. Los argentinos gastamos aproximadamente 556 millones de dólares en la importación de servicios audiovisuales. Tomando a Netflix como referencia, esta plataforma se llevó un 65% de esa cifra hacia su país de origen, Estados Unidos,  según un informe del SINCA dependiente del, hasta ese momento, Ministerio de Cultura.

 

 ¿Cómo se regula en otras partes del mundo? 


Actualizar las regulaciones frente a los cambios revolucionarios del ecosistema audiovisual se presenta como una necesidad evidente en el contexto actual. De hecho, a nivel global se están debatiendo y aplicando nuevas normas para adaptarse a este nuevo panorama.


En 2018 el Parlamento Europeo aprobó una normativa con el objetivo de impulsar la diversidad cultural en el sector audiovisual. Las OTT están obligadas a incluir en su catálogo un mínimo del 30% de contenido europeo.


Estas plataformas también deben participar en el desarrollo de la producción audiovisual europea, ya sea a través de inversiones directas en contenido o contribuciones a los fondos nacionales. La cantidad que aporten en cada país tendrá que ser proporcional a sus ingresos en esa nación.


Cada país europeo estableció sus propias medidas con respecto a la regulación.






El camino hacia la regulación


En el mes de septiembre, la Multisectorial Audiovisual (que incluye a la Asociación Argentina de Actores, la Asociación Argentina de Intérpretes, la Asociación Argentina de Editores Audiovisuales, Argentores, Satsaid y Sadaic entre otros miembros) impulsó un proyecto presentado por el diputado del Frente de Todos Pablo Carro, que pretende encuadrar a los nuevos servicios de comunicación audiovisual en soporte digital, sin embargo, este proyecto aún no se trató en el congreso.


En palabras de la investigadora, "aún no existe una regulación concreta para las OTT ya que este proceso abarca cuestiones muy técnicas que requieren de un trabajo conjunto interdisciplinario", además agrega que “es fundamental que se unan profesionales del medio audiovisual, abogados especializados en medios y expertos en negocio para abordar esta complejidad”.


La falta de conocimiento específico y la necesidad de realizar un exhaustivo trabajo de campo dificultan aún más el proceso. Además, el ámbito político desempeña un papel crucial, ya que las diferentes posturas sobre la regulación generan un ambiente de discordancia, con algunas voces a favor de una normativa clara y otras en contra, lo que impide alcanzar un consenso.


Si bien el crecimiento de estas plataformas ofrece oportunidades significativas para la producción local, regular la protección de datos, la infraestructura y la sostenibilidad de la industria audiovisual nacional es un desafío. La experiencia internacional demuestra que establecer un marco normativo equilibrado puede beneficiar tanto a los creadores locales como a los consumidores, asegurando que el país no se convierta en un mero receptor de contenidos, sino que potencie su propia producción cultural.


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