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BAJO PESO AL NACER: ¿SE PUEDE PREVENIR?

  • Tatiana Barrios
  • 27 nov 2023
  • 3 Min. de lectura

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Existen varios mitos respecto a las causas que podrían influir en el bajo peso de los bebés nacidos a término. Por este motivo, Elemental Ramón se puso en contacto con Silvina Tuñón, licenciada en nutrición e investigadora especializada en el tema.

En torno a la preocupación de muchas madres que transcurren embarazos y de muchas mujeres que anhelan hacerlo, decidimos investigar lo que se sabe respecto al bajo peso al nacer (BPN), ya que este es uno de los indicadores más útiles para evaluar los resultados de la atención prenatal, las perspectivas de supervivencia infantil y la salud del bebé durante su primer año de vida. Además, se estima que entre un 15% y un 20% de los niños presentan BPN, lo que supone más de 20 millones de neonatos cada año.


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Embarazo es el término utilizado para describir el período en el cual un feto se desarrolla en el vientre o útero de una mujer. El embarazo suele durar aproximadamente 40 semanas, o poco más de 9 meses, lo cual se calcula desde el último período menstrual hasta el parto. Durante ese período el bebé va ganando peso hasta llegar al día del parto. Los principales acontecimientos, en cuanto a la ganancia de peso durante estas semanas se pueden describir a partir de la observación de cifras promedio, por lo que es posible que el peso del bebe al nacer, ya sea por factores hereditarios o médicos sea ligeramente distinto.

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El aumento de peso del bebé no es regular a lo largo de los nueve meses. Esto se puede ver en la tabla...

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Fuente: serpadres.com(1)

De todas formas, después de las 30 semanas de embarazo, el aumento de peso sí tiende a ser mucho más regular. Y es justo en este momento cuando el bebé crece rápidamente. Al respecto del cuidado prenatal, la licenciada Tuñón sostiene que “para una mayor prevención es fundamental hacer los controles prenatales, controlar el peso, pero sin enfocarse tanto en cuantos kilos tiene el bebe, sino en tener una alimentación suficiente, que cubra todas las recomendaciones en cuanto a macro y micronutrientes, es decir que sean alimentos de calidad, e incluya vegetales, frutas, carnes y así ir cubriendo todos los nutrientes esenciales”.

La especialista señala que en Argentina esta problemática recién comienza a investigarse, arrojando resultados preliminares que apuntan a la construcción de un plan para mejorar el cuidado y la nutrición materna y del niño pequeño.

“Lo ideal sería que todas las mujeres que están planificando un embarazo consuman ácido fólico antes y hasta la semana dieciséis, que es cuando se cierra el tubo neural (estructura fundamental que se forma en las primeras etapas del desarrollo embrionario y que, con el tiempo, dará lugar al sistema nervioso central, es decir, al cerebro y a la médula espinal) . La realidad es que no todos los embarazos son planificados. Algunas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas, entonces es muy difícil comenzar a tomarlo antes como medida preventiva”, indica la investigadora.


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Diferentes investigadores sostienen que existen diversos factores que aumentan el riesgo de bajo peso en recién nacidos a término y que se debe hacer un recorte más amplio y considerar cuestiones tales como condiciones sociales adversas; como el desempleo, la falta de seguridad alimentaria, la extrema pobreza y las barreras de acceso a los servicios de salud.

En esa línea, la licenciada Tuñon señala que “tiene que haber políticas públicas que fomenten una alimentación balanceada equitativamente y que todos tengan acceso a esto para que todos tengan las mismas posibilidades de comenzar la vida saludablemente”.


El bajo peso al nacer es un problema de salud pública en todo el mundo. La OMS decidió que esta problemática forme parte de su agenda de 2025, a la cual sumó la malnutrición y la falta de atención prenatal. Para cerrar, la licenciada Tuñon insiste en la importancia de llevar un sistema digitalizado de historias clínicas desde la transversalidad de éstas en los hospitales, para que sea común a todos los efectores de salud. La importancia de esto reside en que hoy, según Tuñon, “muchos de los primeros controles prenatales son recibidos en los centros primarios de salud y que luego al pasar directamente a un hospital de mayor complejidad para el parto, no se tiene acceso a los antecedentes y estudios realizados anteriormente, lo que dificulta el seguimiento”.

 
 
 

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