BIENESTAR ANIMAL EN LA CIENCIA: LA IMPORTANCIA DE LOS BIOTERIOS
- Nicole Maza
- 19 nov 2024
- 4 Min. de lectura
Si te digo “animales de laboratorio”, probablemente pienses en ratas o ratones, aunque la realidad es que cualquier especie del reino animal puede ser utilizada en experimentos científicos. Aquí entra en juego un concepto crucial: el bienestar animal, que implica no solo satisfacer las necesidades físicas y comportamentales de los animales, sino también garantizarles condiciones adecuadas y cuidados específicos.
Los bioterios desempeñan un papel fundamental en este contexto. Estas instalaciones, diseñadas para el mantenimiento y estudio de animales de laboratorio, aseguran que se cumplan sus necesidades particulares, siendo esenciales para garantizar el bienestar animal y obtener datos válidos y reproducibles en la investigación científica.
Verónica Casanova, Técnica en bioterios y docente de la Tecnicatura en Gestión de Bioterios de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, explica que “el bienestar de los animales no se limita a evitar el sufrimiento, sino que implica crear un ambiente enriquecido que promueva su salud y bienestar”. Esto abarca no solo la minimización de situaciones estresantes, sino también la incorporación de elementos que estimulen la curiosidad y los comportamientos naturales de los animales.
Los bioterios están equipados con sistemas de circulación de aire que separan el material limpio del sucio, lo que garantiza un ambiente seguro para los animales. Este proceso de limpieza incluye desinfección y esterilización del material utilizado, lo cual es esencial para prevenir enfermedades.
Casanova aclara que “la limpieza rigurosa y el mantenimiento de un ambiente controlado son imprescindibles para preservar la salud de los animales y asegurar la validez de los resultados”.
Existen dos tipos de bioterios: de producción y de investigación. Los primeros se encargan de la cría de animales con características genéticas específicas, mientras que los segundos se dedican a la investigación, incluyendo estudios sobre enfermedades, farmacología y comportamiento. Algunos bioterios pueden ser mixtos, donde se lleva a cabo tanto la producción como la investigación.

Dentro de estas instalaciones, se encuentran diversas especies, desde ratas y ratones hasta conejos, hámsters, peces y cerdos, todas adaptadas a los requerimientos específicos de cada experimento. “La diversidad de especies requiere que cada bioterio esté diseñado para satisfacer las particularidades de los animales que alberga”, detalla Casanova.

En Argentina, la regulación sobre el uso de animales en investigación es limitada. Aunque no existe una ley específica, algunas resoluciones de la ANMAT y SENASA ofrecen un marco general. “Aunque no tengamos una legislación específica, seguimos las normativas internacionales y buscamos la mejor manera de aplicarlas en nuestro contexto”, especifica Casanova.

En Estados Unidos, la Ley de Protección Animal de 1966, regulada por el USDA, establece estándares mínimos de bienestar para animales en investigación. Su enmienda de 1985 incluye normas sobre cuidado, sanidad, alojamiento y bienestar psicológico, y fomenta la creación de Comités Institucionales de Cuidado y Uso Animal (IACUC) para supervisar el cumplimiento ético en los experimentos.
En Europa, el Centro Europeo para la Validación de Métodos Alternativos (ECVAM) promueve desde 1993 las "Tres R" (reemplazo, reducción y refinamiento) en experimentación. Estos principios, junto a las guías del CIOMS y ICLAS, son claves para garantizar que el uso de animales esté justificado científica y éticamente, con énfasis en su bienestar.
Los principios de las “Tres R” (Reducción, Reemplazo y Refinamiento) son fundamentales en la gestión de los bioterios. La reducción busca minimizar la cantidad de animales utilizados; el reemplazo fomenta el uso de métodos alternativos cuando sea posible; y el refinamiento se refiere a realizar procedimientos que inflijan el menor sufrimiento posible.
En 2018, se presentó ante el Congreso el proyecto de ley “Protección de Animales Utilizados para la Investigación”, que recibió media sanción en la Cámara de Diputados, pero no avanzó en el Senado y actualmente está estancado. Según Casanova, “la falta de una ley específica en Argentina es un desafío para los profesionales de bioterios, quienes se rigen por normativas que, aunque adecuadas, no son locales”.
“Es crucial que cada procedimiento esté diseñado para causar el menor impacto en la vida del animal. Por ejemplo, el uso de agujas desechables no solo es una práctica ética, sino que también garantiza que los animales no sufran daños innecesarios”, subraya Casanova.
La Tecnicatura en Gestión de Bioterios de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales capacita a profesionales responsables del manejo de animales en investigación. “Formar técnicos comprometidos con el bienestar animal es esencial para elevar los estándares de nuestra investigación”, señala Casanova. Este programa incluye tanto aspectos técnicos como una profunda comprensión de la ética involucrada en la investigación animal.
Los técnicos en bioterios son responsables de mantener condiciones óptimas para los animales, supervisando desde la reproducción hasta la salud. “Es fundamental que estos profesionales estén capacitados para reconocer señales de estrés o enfermedad en los animales”, añade Casanova. Su formación abarca conocimientos en biología, genética y medicina veterinaria, lo que les permite cumplir con las exigencias de un entorno de investigación.
Muchos modelos animales, como ratas y ratones, comparten aproximadamente un 98% de similitudes genéticas con los humanos. “El uso de estos modelos es, en muchos casos, inevitable; el último paso para que un fármaco sea aprobado debe realizarse en un ser vivo”, explica Casanova.
Aunque se promueven métodos alternativos, a veces es necesario el uso de modelos vivos para obtener resultados significativos. El desarrollo de nuevos tratamientos y la comprensión de enfermedades complejas requieren modelos biológicos que reflejen con precisión la biología humana.
“El desafío más importante en el ámbito educativo es capacitar a futuros técnicos en bioterios para que comprendan la responsabilidad de trabajar con seres vivos. En nuestras aulas, no solo enseñamos técnicas, sino también ética y respeto hacia los animales”, enfatiza Casanova.
En conclusión, los bioterios juegan un rol crucial en la investigación científica, garantizando el bienestar animal y la validez de los experimentos. Con la creciente demanda de cumplir con normas éticas y de bienestar, la formación de técnicos altamente capacitados es esencial.
Estos profesionales no solo mejoran la calidad de la investigación, sino que también promueven una cultura de respeto hacia los animales, quienes, pese a su papel en la ciencia, merecen un trato digno y ético.
Fuentes:
https://www.argentina.gob.ar/inta/ciap/que-es-un-bioterio-y-para-que-sirve https://www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S0325-75412014000200001&script=sci_arttext





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