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CUANDO LAS MENTES SE APAGAN

  • Foto del escritor: Laila F. Asencio
    Laila F. Asencio
  • 25 nov
  • 5 Min. de lectura

En Argentina, hay una epidemia silenciosa. Alrededor de 22 personas intentan quitarse la

vida por día, según datos del Ministerio de Salud de La Nación, y este año el suicidio se ha

convertido en la principal causa de muerte entre mujeres de 10 a 19 años en nuestro país.


Durante muchos años, inclusive hasta la actualidad, el suicidio fue visto como un tabú, algo de lo que no debe hablarse en ciertos lugares y muchas veces, palabra prohibida en la mesa de aquellos que tuvieron una muerte inesperada en la familia. Aunque aún exista el mito de que el suicidio se produce en personas que atraviesan algún padecimiento mental severo, hoy se sabe que es un fenómeno que está atravesado por distintos factores interrelacionados de orden personal, comunitario y social.


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En esta nota, varios especialistas, psicólogos y psiquiatras, abordan esta problemática, que a nivel global ocupa la tercera causa de muerte entre personas de 15 a 29 años.





Desde la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino, mensualmente se dictan actividades y seminarios pensados para estudiantes de psicología, para no estudiantes y para quienes realizan especializaciones a fines. En octubre se dictó una clase abierta y gratuita sobre “El suicidio en la adolescencia”, donde profesionales de la salud mental hablaron de la magnitud, el impacto y la manera en la que podrían prevenirse estas muertes con la presencia de políticas públicas.


Adolescencia en riesgo

La Licenciada en Psicología, Ana Clara Giménez, jefa de la unidad de salud integral de las adolescencias del Hospital Zonal General de Agudos “Dr. Eduardo Wilde”, invitada a la charla indicó que “la adolescencia se configura como un periodo de vulnerabilidad en el que los procesos de producción de subjetividad se confrontan con demandas sociales y culturales más exigentes al sistema político actual en el que vivimos”. Además, agregó a su discurso que esta etapa del paso a la adolescencia supone la organización de la estructura psíquica del sujeto frente a la pérdida de la omnipotencia infantil: la emergencia de la genitalidad misma y la consolidación de la identidad de género.


La Licenciada Giménez también sostuvo que “el suicidio adolescente constituye uno de los indicadores más extremos de esta tensión. Se trata de un fenómeno multicausal en el que se construye una organización psíquica individual, la historia familiar, la exposición a la violencia, la vulnerabilidad socioeconómica y los mandatos culturales sobre éxito y goce”.

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El riesgo del suicidio en el adolescente puede ser complejo, ya que la tasa de intentos de suicidios suele aumentar durante la adolescencia. También se cree que, por cada suicidio adolescente, hay muchos más intentos detrás.

"El suicidio en la adolescencia constituye una preocupación central en las familias, profesionales y en nuestro país, en donde es la segunda causa de muerte no natural".


"Sin embargo, no hay una explicación única ni un acuerdo general que permita responder de manera unívoca a la pregunta de por qué se suicida un adolescente.”, aseveró.

¿Acto individual o problema social?

Por su parte, la Licenciada en Psicología y coordinadora de la dirección de Salud Mental de la Municipalidad de San Miguel, Daniela Marín, desde la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino menciona que “el suicidio es un problema de salud pública, ya que este cumple con una de las características principales y es que esto no solo afecta a un individuo, sino que también afecta a la seguridad y la salud de toda la población en su conjunto”.


“Las personas que se quieren morir, o lo intentan durante un acto suicida, son ambivalentes y no buscan exclusivamente la muerte, sino que buscan terminar con un dolor inexpresable en palabras que les permita dejar de sufrir. Por eso es muy importante que cada uno de nosotros sepa que lo que necesitan esas personas que se fueron aislando es volver a enlazarse a la vida”, explica Marín.



Es entonces que hay que empezar a dejar de pensar al suicidio como un acto individual y hay que empezar a pensarlo como un problema social. Todo concepto que genere vulnerabilidad no solo tiene implicancia en la persona afectada, sino también en toda la comunidad a la que esa persona pertenece. “Sabemos que, por cada tentativa suicida, aumenta el número exponencialmente de que haya otras tentativas suicidas en su entorno”, agrega Marín.


“Si bien podemos encontrar que existen determinados detonantes, el suicidio y las conductas suicidas son un enigma, ya que es un fenómeno multicausal complejo en el que interactúan factores de todo orden individual, familiar, social y comunitario”, precisa la psicóloga.

En cuanto a su incidencia por sexo, tanto mujeres como hombres son capaces de experimentar pensamientos suicidas, por lo que es esencial hacer hincapié en que los trastornes mentales tales como la depresión, trastorno bipolar, estrés postraumático, entre otros, son atendibles sin distinción de edad o género.


Mitos y creencias

En el artículo de investigación “Mitos y conocimiento sobre el suicidio adolescente”, publicado en diciembre del año pasado en la Revista de Psicología De la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata, las investigadoras Elizabeth Ormart, Valentina Stagno y Laura Díaz Cano abordan los diferentes mitos y creencias existentes acerca del suicidio adolescente mediante una encuesta que mide la presencia de estos dentro de la sociedad.


La encuesta, con diversas preguntas que abordan los distintos mitos y creencias entorno al suicidio, fue realizada a 205 personas de edades entre los 13 y 59 años, con el objetivo de identificar el conocimiento que puedan llegar a tener las personas sobre este fenómeno.

Pese a que los mitos son creencias culturalmente aceptables, no siempre corresponden con datos científicos. Muchos de ellos cambian entre culturas, ya que la interpretación que se le da al suicidio esta atravesada por variables sociales, económicas, religiosas, entre otras.


Los resultados de estas encuestas arrojaron como conclusión que es fundamental implementar talleres educativos y de divulgación para atender la problemática e idear tácticas de prevención, intervención y postvención del suicidio, entre los adolescentes.

En esta etapa en el que se desarrollan y emergen las relaciones y la identidad sexual, suele existir una necesidad de independencia que tiende a entrar en conflicto con las reglas y las expectativas de los demás. Es importante que los responsables del menor estén atentos a las señales de advertencia, para que aquellos adolescentes que quizá tengan pensamientos suicidas puedan recibir la ayuda que necesitan, tanto familiar como profesional.


Si estas interesado en escuchar un episodio sobre cómo actuar ante señales de suicidio, te invito a escuchar el siguiente podcast "Prevención del suicidio: cómo actuar ante señales de alerta"


Si usted, o algún allegado se encuentra atravesado por síntomas de ansiedad, angustia o piensa en el suicidio, comuníquese con la línea de Salud Mental Responde (0800-333-1665), línea atendida por psicólogos y psiquiatras las 24 horas de los 365 días del año.

3 comentarios


patolopez12761
26 nov

Muy profundo 😪

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Ana Laura Asencio
Ana Laura Asencio
25 nov

Excelente informe y reflexión, la mente no es un juego, es serio y muchos lo dejan como si no pasara nada hasta que sucede. No solo en un adolescente, sino también ,en un niño o un adulto. A mirar más a nuestros seres queridos, amigos, etc.. y hacerlos sentir que no están solos. Genial 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻❤️

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Maria Asencio
Maria Asencio
25 nov

Muy interesante la lectura de cuando la mente se apaga son temas que muy pocos tratan y tan poco visible en una edad complicada 👏👏👏

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