EL ALZHEIMER, MÁS CERCA DEL FIN
- Adrián Maza
- 28 nov 2023
- 2 Min. de lectura
Recientes investigaciones podrían cambiar cómo tratar y prevenir la enfermedad.

Un ser querido a quien querés mucho es diagnosticado con Alzheimer y tu mundo se viene abajo. Los tratamientos no son suficientes y estás harto. No sentís que la cosa mejore. Pero se abre una ventana: este año aparecen dos nuevos estudios que posibilitan entender mejor la enfermedad y abrir nuevos tratamientos. Uno lo integra un autor argentino, y el otro fue publicado en Estados Unidos por la revista Nature.
La primera investigación, publicada en The Journal of Alzheimer´s Association, trata sobre la resiliencia cognitiva, es decir, la capacidad del cerebro para resistir factores estresantes, lesiones, patologías, entre otras. A su vez, encontrar indicios de prevención y retraso del progreso de las enfermedades mentales. Del equipo internacional de la investigación participó el neurólogo y decano de Medicina de la UBA, Luis Ignacio Bruscol.
“Si uno trata pacientes que tienen riesgo, es decir que tienen menor resiliencia cognitiva, y apuntamos a trabajar sobre los factores modificables podemos hacer que esa persona en un futuro tenga mucho menos posibilidad de tener la enfermedad o por lo menos se retrase el comienzo de la enfermedad”, afirma el decano de la UBA.
En el estudio se encontraron 14 factores de riesgo de la enfermedad, entre ellos la presión arterial, el colesterol, los traumatismos craneales, la obesidad y la calidad del sueño. Modificarlos podría prevenir o reducir el Alzheimer. Bruscol agrega que la actividad del jogging o training cerebral ayuda contra la demencia, ya que estimula la actividad física y mental de forma constante.

El segundo estudio descubrió que la Potenciación a Largo Plazo (LTP), uno de los mecanismos celulares que subyace a la memoria y el aprendizaje, necesita funciones estructurales de una enzima llamada “CaMKII”. Este hallazgo, que permite aplicar nuevas terapias basadas en la actividad de esta enzima, fue realizado por el doctor Ulli Bayer, catedrático de farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado.
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