EL GALOPE DE LA REDENCIÓN
- Candela Fernandez

- 25 nov
- 4 Min. de lectura
La Psicoterapia Asistida por Equinos deja de ser una práctica alternativa para posicionarse como una herramienta terapéutica. Estudios recientes registran mejoras en trastornos de ansiedad y depresión.
La mente humana es como la plastilina, es un órgano moldeable que mediante distintas vivencias puede reorganizar, evolucionar y transformar la conducta. La psicóloga y fundadora del modelo IPAE, Marcela Moretti puntualiza: “Todo lo que genere un estímulo de aprendizaje diferente genera nuevos circuitos de redes neuronales”.
La eficacia del modelo se debe al vínculo único y profundo establecido entre el caballo y el paciente, y también al poder del aprendizaje experiencial como motor de cambio. Esta conexión no se fuerza, sino que se genera a partir de la predisposición de la persona frente a la formación de ese lazo, donde entran en juego cuestiones emocionales o energéticas que el equino percibe.

Ahora bien, si el caballo no entiende lo que le decimos, pero aun así logra captar nuestras emociones, probablemente surja la pregunta ¿Cómo sabe lo que ocurre? La respuesta es que puede leer tu postura y cada músculo de tu cara. Los caballos no hablan, pero decodifican la microgestualidad del paciente y la reflejan como si fueran un espejo. Es lo que los especialistas llaman comunicación isomórfica.
A pesar de sus beneficios, durante años el modelo IPAE fue visto como una terapia alternativa poco eficaz y práctica. Sin embargo, estudios realizados en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA junto a la Fundación Dasein demostraron que las sesiones pueden reducir los niveles de ansiedad y depresión, además de motivar a los pacientes con apego patológico a las sustancias psicoactivas.
Para medir esta disminución de síntomas, los investigadores utilizaron herramientas psicométricas: el Inventario de la Depresión de Beck (BDI), que evalúa un amplio abanico de síntomas depresivos, y el Inventario de Ansiedad de Beck (BAI), que valora los síntomas somáticos de la ansiedad.

Al mismo tiempo, la licenciada amplía y explica que la constancia de los pacientes no se reduce a la disminución de los niveles de ansiedad y depresión, sino que también ocurre porque experimentan una alta circulación de hormonas que generan un equilibrio entre el mundo interno y externo del paciente.

No hay bienestar sin empatía
“Es una incoherencia trabajar para el bienestar de la persona si se genera el malestar del animal”, asegura la especialista equina, Eugenia Echegui. La experta resalta el pilar ético del modelo donde el caballo, o coterapeuta, no es una herramienta, y su participación
requiere de un profundo respeto por su naturaleza y estabilidad, ya sea física o emocional.
No somos sus amos, son seres con alma. Cada interacción debe ser neumatológica, es decir, alma con alma. Solo con respeto, empatía y comunicación genuina se puede transformar un encuentro en un vínculo beneficioso, precisa la experta.
Según la médica veterinaria y docente universitaria de la UBA, Susana Underwood, el caballo es un animal muy asustadizo. Al mismo tiempo, la referente en comportamiento equino, amplía que para que un caballo pueda participar de una intervención terapéutica, necesita estar socializado y familiarizado con el ambiente u objeto. Por ejemplo, si durante una sesión se utilizan pelotas inflables, el equino previamente debe haber tenido contacto con ellas para no generar una situación de peligro en pista.

Diferencia entre terapias
En la última clase a la que hayas asistido, si te limitaste a escuchar al profesor sabes que la información brindada es importante, pero una semana después si no tomaste nota y no hiciste ningún resumen probablemente te olvides la mayor parte. Algo similar ocurre con una terapia convencional, donde la palabra domina, y en ella el paciente solo retiene el 15% de la sesión. En cambio, al interactuar con el caballo, la experiencia no solo se escucha, sino que se vive, entra por todos tus sentidos y el 75% de esa vivencia queda anclada a tu consciencia, concluye la investigadora.
Según Marcela Moretti, la alta retención también se logra porque la terapia asistida con equinos provoca un fundamental desplazamiento del foco. El cambio de los roles es la clave terapéutica, el paciente deja de ser cuidado y pasa a ser el cuidador, por lo que comienza a tomar confianza y verse reflejado en el animal. Al mismo tiempo, es la fuente de otros beneficios cruciales, como el incremento de la autoestima, seguridad, autonomía y concentración, precisa Eugenia.
El príncipe que no quiere parar
¿Quién puede seducir a un ser que no habla, que no juzga y que no necesita de nuestras palabras para entendernos? “Hay que quebrar al príncipe”, concluye Moretti, refiriéndose al narcisismo de las personas asistidas. Frente al caballo solo hay lugar para la autenticidad. La presencia del animal funciona como un espejo emocional capaz de reflejar lo que las palabras intentan ocultar.
Entrevista a la Presidenta y Organizadora de la Fundación Dasein y Modelo IPAE
Sin embargo, el caballo no se conmueve ante la manipulación humana. Según Echegui, son “insobornables”, lo cual funciona como una herramienta crucial ante esta terapia. Principalmente porque no responde a estrategias de seducción ni a recompensas externas, por eso, cuando el paciente intenta dominar, convencer o ganarse su confianza mediante caricias o alimento, el animal permanece fiel a su naturaleza.
La terapeuta detalla que el caballo, al ser un animal imponente que no se deja seducir, mentir ni convencer, en cierta forma obliga al paciente a abandonar las artimañas que utiliza normalmente para relacionarse.
El caballo no cura, pero sí acompaña durante el proceso de sanar. Su sola presencia ordena el caos interno y vuelve visible lo que las palabras no alcanzan a expresar. No solo permite formar un vínculo sincero entre el coterapeuta y personas con consumo problemático de sustancias, sino que la persona incorpora nuevas herramientas de cuidado que utilizará para mejorar y cambiar su estilo de vida.
Fuentes:





excelente entrevista 👏