LA BÚSQUEDA DE LA IMAGEN PERFECTA

El Trastorno Dismorfico Corporal (TDC) es un trastorno obsesivo compulsivo de la imagen física que consiste en la preocupación exagerada de la apariencia que provoca daños en la salud.

Según un estudio etnográfico de la Universidad de Buenos Aires, “existe un ideal de delgadez promovido por los medios de comunicación, que genera efectos perjudiciales en el estado de ánimo, la imagen corporal y los patrones de alimentación”.

Esta investigación cuestiona el uso de la aplicación Instagram, que está íntimamente relacionada con la obsesión corporal y con ciertas conductas alimentarias. Además, caracteriza a las redes sociales de ser fuentes donde se busca la validación externa y se promueven estándares de belleza.

Las redes sociales modifican la autopercepción de la apariencia, tienen la posibilidad de colocar filtros y editar fotos. “Compararse con imágenes idealizadas en los perfiles virtuales, podría tener un impacto negativo en la autoestima ya que muchas veces son retratos ficticios”, agrega el trabajo.

A raíz de ciertos discursos gordofóbicos que circulan en los medios audiovisuales y en redes sociales, los Observatorios de la Discriminación y el Área de Investigación del INADI desarrollan una serie de recomendaciones para el tratamiento mediático de la diversidad corporal.

"Los medios de comunicación tienen un rol fundamental en la constitución de los imaginarios sociales y en la formación de opiniones. Por eso, es indispensable que comuniquen a partir de buenas prácticas, visibilizando la violencia simbólica y poniendo en cuestión las representaciones hegemónicas de los cuerpos”, advierte el informe.

Recomendaciones para el tratamiento de la diversidad corporal

• Erradicar toda referencia a determinados atributos físicos y estéticos como una meta a la que deben aspirar todas las personas.

• Fomentar una relación respetuosa con el cuerpo.

• No reproducir estereotipos que asocian a la gordura con la falta de ejercicio, malnutrición y ausencia de voluntad.

• Dar visibilidad a las demandas del activismo gordo.

• Promover la inclusión de las personas gordas en espacios de difusión y medios de comunicación.

• Evitar reproducir un mandato de delgadez como única forma de belleza.