LA GUERRA DE MALVINAS CONTINÚA Y SE LUCHA CON MEMES
- Equipo elemental

- 6 jul 2024
- 4 Min. de lectura
Gran Bretaña tiene una brigada dedicada a las “guerras psicológicas” cibernéticas, con la que busca influir sobre la opinión pública a través de memes que circulan por redes sociales.

Aunque parezca absurdo, el Gran Bretaña con el auge de internet formó en el año 2015 la “brigada 77” encargada de realizar “guerras psicológicas”, mediante podcast, blogs y hasta posteos en Facebook y Twitter buscando viralizar la postura inglesa sobre Malvinas en América Latina.
La influencia de la brigada 77 llega al punto de colocar sus agentes en cargos de poder en redes sociales. Este es el caso de Gordon MacMillan, ex jefe de editorial de Twitter en Medio oriente y en África quien fue descubierto como miembro de la brigada en el año 2019.

IPosteo de MacMillan comparando la guerra de Malvinas con la invasión de Rusia a Ucrania.
Este no es único, ni el primer caso en el que Gran Bretaña ha utilizado técnicas online para “hacer que algo pase en el mundo real o cibernético”. Ya en el año 2011 la Argentina había sido víctima de la unidad “JTRIG” que aplicaba tácticas como operaciones de falsa bandera y el uso de la seducción para el espionaje.
Gran Bretaña tampoco es el único país en utilizar las redes sociales como terreno de batalla. Con el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania surgieron diferentes memes de “NATOwave" que difundían apoyo a la OTAN.

IIMeme con estética "NATOwave" que profesa "No hagas la paz con el enemigo" "Destrúyelo".
Estados Unidos tampoco se queda atrás porque en 2005 la tesis del coronel de la marina Michael B. Prosser (publicada en el Centro de Informacion Tecnica de Defensa) ubica a los memes como una posible “medicina” para aplacar una “epidemia de ideología insurreccionista”, en las llamadas “guerras memeticas” o memetic Warefare.
El origen del meme

El término “meme” fue creado por en 1976 Richard Dawkins, quien en su libro “The selfish gene”, buscaba aplicar la teoría de la evolución de Charles Darwin a la cultura humana.
Según Dawking, los memes serian la mínima unidad de transmisión cultural. Estos se almacenan en la mente, replican de generación en generación y, al igual que los seres vivos, compiten para tener mayores posibilidades de reproducción.
De esta manera, los memes funcionarían como un “parasito” o “virus”, compitiendo por inocular la mayor cantidad de cerebros posibles. En este sentido, no existe una “reproducción negativa” del meme porque lo que se busca es replicarse sin importar si quien lo comparta lo “apoye” o no.
Con el surgimiento de Web 2.0, los memes dejaron de ser solo un concepto teórico para transformarse en algo cotidiano. La gran velocidad de transmisión hace del internet el medio perfecto para la replicación y así no tardaron en aparecer los primeros memes tal cual los conocemos con formato de plantillas y sus características virales.

III "LOLcats". Uno de los primeros memes "modernos" que se viralizó en foros de internet anglosajones
La popularidad de los memes de internet no solo llega al punto de que son globalmente utilizados, sino que, como señala un estudio en la Universidad de Bogotá, son la herramienta predilecta que utilizan las nuevas generaciones para comunicarse por encima del lenguaje escrito.
¿Y eso que tiene que ver? Es solo un meme

¿Cuál es el mecanismo por el que afectan los memes a la opinión?
El periodista argentino Juan Roucco brinda algunas respuestas en su libro “¿La democracia en peligro?”, al precisar que los memes tienen la capacidad de “transportar contexto” o vectorizar conceptos.
“El meme vendría a ser la punta del iceberg – argumenta Roucco – ya que para comprender, usarlo y replicarlo debemos (con o sin intención) aceptar el marco teórico en cual el meme se inserta”.
También, los memes, como explica Roucco, permiten desligar de la responsabilidad a quienes los transmiten y recuerda que en internet se caracterizan por su contenido “humorístico” y muchas veces irónico.
“La meta irónica es un uso doble de la ironía, donde se ironiza sobre una ironía previa con el fin de despistar a los interlocutores”, explica el periodista. Así se pueden viralizar ideas absurdas, teorías conspirativas y pensamientos totalitarios con el amparo de decir que “es solo un meme”.

IV "Iq Bell": Meme con el que Juan ejemplifica su análisis, ya que para “reírnos del meme” debemos internalizar que el IQ es un factor determinante para medir la inteligencia humana.
Por su parte, la socióloga Natalia Aruguete en su libro “FAKE NEWS, TROLLS y OTROS ENCANTOS” explica que en comunicación política existe lo que se denomina “preactivar”, que consiste en “preparar un sujeto para que sea sensible a una determinada línea argumental”.
De esta forma, se condiciona a un sujeto para que interprete informaciones “conectado los puntos” de determinada manera, fomentando sesgos y facilitando la auto confirmación de las creencias. El famoso “creer para ver”.
“Las personas son preactivada por narrativas que circulan en sus comunidades o por diálogos que entablan con sus pares para realizar conexiones que se adhieren a su lóbulo frontal – desarrolla Aruguete – Los contenidos que son preactivados están alojados, con anterioridad, en nuestro universo de argumentos plausibles”.

V "Marximo Cultural": Teoría conspirativa que plantea que el marxismo y el movimiento LGBTI+ son una “invención de la elite judía” para destruir occidente mediante "homosexualidad y perversión".

VI "Gran reemplazo” o “Genocidio blanco". Teoría conspirativa que plantea que se pretende destruir occidente mediante la inmigración de personas de medio oriente.





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