MENTALIDAD DE TIBURÓN
- Martín Leonel Fridman
- 19 nov 2024
- 6 Min. de lectura
La libertad que otorga internet y la poca concientización sobre sus peligros es aprovechada por individuos para crear grupos de personas que los sigan sin cuestionamiento.

¿A quién no le gustaría ser su propio jefe y ganar dinero con un solo clic? Seguramente muchos han soñado con esta idea. Sin embargo, algunos han llevado este sueño a la práctica con estrategias cuestionables logrando engañar a muchas personas incautas.
Hugo Ojeda, doctor en Ciencias Sociales y magíster en Sociología, ha descrito el comportamiento de ciertos grupos y sus líderes, así como las estrategias que utilizan para reclutar, basándose en el pensamiento sectario.
Las modas empresariales
Las tendencias del mundo del management no surgen por generación espontánea, sino que cada cierto tiempo reaparecen con algunas diferencias, pero con los lineamientos y propósitos de siempre.
“Los momentos de crisis de la sociedad, en busca de respuestas casi mesiánicas han sido, generalmente, facilitadores para la aparición de las modas en management”, asegura Ojeda para poner el tema en contexto.
Los objetivos de estas modas suelen cambiar respecto al tiempo en el que surgen o a donde se aplican, pero la oferta suele ser siempre la misma: brindar consejos o cursos para ayudar a gestionar un negocio o acciones en las que una persona invierte.
Con el fin de ser lo más atractivo para el público, suelen ser indicaciones sencillas, universales y novedosas, ya que lo que se busca es que sea aplicable a todo individuo o empresa.
Según Ojeda, las modas son falsamente alentadoras ya que prometen resultados positivos pero no otorgan herramientas para evaluar su correcta implementación. Es aquí donde comienzan los paralelismos con las sectas y la forma en que utilizan este pensamiento para reclutar y manipular personas.
Sectas camufladas
El magíster en Sociología explica que “la idea de secta no se limita a lo meramente religioso, sino que también podemos apreciarla en el mundo del management y en la propia vida cotidiana”.
Estar dentro de estos grupos requiere seguir una serie de lineamientos. En el caso de los traders, es común escuchar conceptos prefabricados como los mindset, que determinan un estilo de vida como la “mentalidad de tiburón” que implica dormir poco, despojarse de todo ocio que pueda distraer y rodearse de gente de renombre para atraer el éxito, entre otros.
Los gurúes que desarrollan el pensamiento sectario se presentan como salvadores que tienen la receta del éxito y la forma de resolver cualquier problema.
“En el mundo de las sectas, el gurú es carismático y el carisma supone la resolución de problemas – sostiene Ojeda respecto a la personalidad de los líderes - en el caso del hombre carismático que tiene don de sanidad en el mundo religioso o en estos casos que resuelve algún tipo determinado de problema”.
Estos líderes suelen mostrarse como personas forjadas de abajo con el fin de empatizar con quienes lo siguen y con un historial de éxitos para generar una idolatría hacia el gurú y hacer uso de sus mismos métodos para llegar a ser como él.
A su vez, estos líderes utilizan estrategias devenidas del pensamiento sectario. De acuerdo con el doctor en ciencias sociales, estas tácticas van desde generar una única verdad irrefutable, polarizar los discursos, fomentar la mentalidad de grupo por sobre lo individual e incluso la violencia por sobre otros grupos.
“Un lugar en donde se observa el pensamiento sectario es en las cuestiones tecnológicas que supone micro agresiones etarias a diversos grupos de población de manera pasiva en donde se sobrevalora a los jóvenes y segrega a los mayores”, señala Hugo Ojeda.
Una juventud desesperanzada
La modas como los traders están especialmente diseñada para aquellos jóvenes que, ante el malestar causado por la creciente pobreza y la desocupación en el país, buscan un refugio y una manera de poder generar ganancias de la manera más rápida y sencilla posible.
“Tanto los millennials como los centenials son dos grupos que vienen de fracasos en la confianza de las instituciones, una desilusión institucional que puede generar en ellos una sensación de desdén y falta de compromiso que se orienta a otros objetos que pueden ser de naturaleza sectaria”, ejemplifica Ojeda.
Cada nueva generación de jóvenes que quiere progresar cree descubrir algo novedoso y revolucionario que los va a ayudar, cuando en realidad caen en las mismas trampas del pensamiento sectario que han existido durante décadas.

La estafa como fin
Existen gurús que utilizan la creación de estos grupos para ir más allá de la idolatría hacia su persona y buscan generar un rédito económico por sobre sus seguidores.
Las estafas piramidales, también conocidos como ponzis, se basan en el constante flujo de personas en el cual se invita a los individuos a colocar su dinero con promesas de retribuir intereses a futuro.
Las personas que entraron antes al esquema serán las más beneficiadas ya que a medida que se van creando nuevos grupos, se van necesitando cada vez más personas para completarlos, lo que aumenta las posibilidades de que el mecanismo se quiebre y se produzcan pérdidas. Debido a esto es que la posibilidad de obtener la ganancia prometida depende exclusivamente del ingreso de nuevos participantes.
El analista en finanzas, Martinez Lomas Francisco, analiza dos tipos diferentes de estafas piramidales según el tipo de actividad realizada. Por un lado, las de tipo emprendedor en el que el gurú busca captar a la persona por medio del ofrecimiento de un producto para su consumo, dado que una vez obtenido su interés, se le brindara la posibilidad de iniciar un negocio como revendedor del producto.
El caso más conocido de este tipo es Herbalife, empresa que supo ganarse la reputación de ser una pirámide tras crear una red de miles de revendedores y sostenerse únicamente de sus nuevos ingresantes.
Por otro lado, están las estafas financieras que tienen como fin atraer a personas a través de simples oportunidades de inversión que prometen generar grandes ganancias en el corto plazo. Los líderes de estos grupos se presentan como administradores de fondos y prometen porcentajes de intereses altos en relación a lo que ofrece el mercado.
También se encuentran las estafas mas modernas en las que participan las criptomonedas que permiten a los gurúes facilitar la evasión de impuestos y el blanqueo de dinero gracias al sistema de blockchain. Estos esquemas proliferan tan rápido en las redes ya que, mediante una falsa premisa de alta oferta y demanda generada por su impacto inicial, comienza a generarse un efecto espuma en el valor de la moneda digital.
El caso más resonado y reciente de la Argentina de esquema ponzi es el de RainbowEx que, gracias a la promesa de otorgar ganancias del 1% diario a sus inversores, logró estafar a mas de un cuarto de la población de San Pedro por un total de 49 millones de dólares.
El algoritmo como medio
Si bien estas modas cambiaron con el tiempo y siempre mantienen las mismas bases, los últimos años lograron evolucionar en sus técnicas de persuasión ya que supieron cómo utilizar las redes para su beneficio.
Investigadores de CONICET-UNICEN determinaron en un estudio que es posible maximizar la influencia en redes sociales de Microblogging al analizar la cantidad de interacciones que obtenía una publicación.
El estudio establece que mientras más personas le den me gusta a una publicación o la compartan, aumenta la probabilidad de que llegue a más personas y estas interactúen con lo publicado. Esto es bien sabido por los líderes de los grupos y lo aplican regularmente.
Al respecto, Ojeda explica lo siguiente: “Los gurúes tienen seguidores y eso se ve en los grupos que likean sus publicaciones; solo hay que hacer un pequeño análisis para darte cuenta si el tipo de seguimiento es irracional, porque todo lo que haga el gurú va a ser altamente validado, no importa lo que diga”.
Internet se caracterizó por ser un medio anárquico en su estado natural. Por más que exista un marco legal que regule, cualquier individuo es libre de hacer lo que quiera si tiene las herramientas necesarias. Es por ello que muchos gurúes se aprovechan de esto y, además de promover lo relacionado al management, dan su opinión personal respecto a temas ajenos e incluso llegan a realizar fraudes.
Fuentes