MICROPLÁSTICOS: EL PAN DE CADA DÍA EN EL MAR
- Equipo elemental

- 25 nov
- 5 Min. de lectura
El streaming del CONICET en el que se transmitieron expediciones cientificas al fondo del mar nos dejó momentos inolvidables, pero no todo es color de rosas: las expediciones arrojaron hallazgos de microplásticos a mas de 4000 metros de profundidad
Por Juan Manuel Mondello y Mateo Bauzón
Durante años, los lagos, ríos y mares de nuestro país fueron considerados una fuente inagotable de recursos. Sin embargo, hoy se sabe que su equilibrio está en riesgo ya que los estudios del CONICET y de distintas universidades argentinas confirman la presencia de microplásticos.
Las consecuencias son cada vez más visibles. Distintos estudios realizados en las costas bonaerenses encontraron microplásticos en peces como el sábalo, la mojarra y el pejerrey, especies que además son parte de la alimentación de muchas familias. Investigadores también detectaron efectos sobre las algas, que al tener partículas adheridas a su superficie, ven afectado su proceso de fotosíntesis. Esto cambia el equilibrio natural del agua y altera el oxígeno disponible para otras especies.

Sardina con microplásticos en su estómago. (Greenpeace)
Pero el problema no termina en el agua. Los microplásticos también llegan a las personas, de hecho, es prácticamente imposible no estar expuesto a los microplásticos. Todavía no conocemos con exactitud todas las consecuencias, pero los microplásticos ya están dentro de nuestro cuerpo.
Aunque todavía se investiga su efecto directo sobre la salud humana, varios estudios indican que estas partículas podrían generar inflamaciones, estrés celular y acumulación de sustancias tóxicas. La preocupación crece porque se trata de un contaminante que no se ve, pero que está presente en casi todos los ambientes.
Pero, ¿qué es un microplástico?
Consultada por este medio, la doctora en Biologia e investigadora del CONICET, Melisa Fernández, define los microplásticos como: “Pequeños plásticos cuya longitud va desde 1 micrómetro (milésima parte de un milimetro) a 5 milímetros”. Además, agrega que existen 2 clases de los mismos: primarios y secundarios.
Los microplásticos primarios son aquellos producidos a esa escala de tamaño a propósito, son muy comunes en productos de la industria cosmética como maquillaje, champúes, cremas o pastas dentales; su forma es muy variada y depende mucho de su origen o función aunque normalmente se los conoce como microperlas.
Los microplásticos secundarios son aquellos que se derivan de plásticos más grandes y terminan por convertirse en micro por distintos factores naturales o artificiales, principalmente la luz ultravioleta y la abrasión física. La mayoría proviene del uso cotidiano de plásticos descartables: botellas, envoltorios, bolsas o ropa sintética. Se sabe que el 80% de los microplásticos a nivel mundial provienen de las fibras que desprende la ropa que utilizamos.

Tipo de microplástico mas común en distintos cuerpos de agua (en porcentaje). Fuente: CONICET
El estudio de los microplásticos comenzó a principios de los 2000 de la mano del investigador inglés Richard Thompson quien acuñó el término “microplastico” por primera vez en 2004 en un artículo publicado en la revista Science, aunque no llegó a usarse masivamente hasta el año 2018.
Al ser un campo de estudio nuevo, las investigaciones son todavía usadas como un primer acercamiento al tema en cuestión. Sin embargo, existen lugares en donde el estudio se ha vuelto mucho más fácil y donde hoy en día se ha recabado más información sobre esta problemática: el agua.

En Argentina los principales cursos de agua analizados para estudiar microplásticos son: el Río de la Plata, específicamente su estuario; el estuario de Bahía Blanca; el Río Paraná, y el Río Negro. De hecho, el estuario de Bahia Blanca fue el escenario de las primeras evidencias de microplásticos en el medio marino
Existen infinidades de formas en la que los microplásticos llegan al agua. La bióloga Melisa Fernández explica que una de las principales causas es el mal uso de los basurales por parte de las grandes industrias y pone de ejemplo a los basurales a cielo abierto. A su vez, motivos climáticos como el viento pueden, al ser el plástico un material muy liviano, hacer que los mismos terminen en el agua. La investigadora enfatiza: “Todos los arroyos y ríos desembocan en el mar”.

Basural a cielo abierto
En declaraciones a Elemental Ramón, la Licenciada en Biodiversidad, especializada en microplásticos atmosfericos, Julieta Moreno, afirma que los microplásticos se extienden a través de toda la cadena trófica marina, desde los organismos más pequeños, como lo es el zooplancton hasta los depredadores como pueden ser los delfines o focas.
Según la investigadora, el consumo de microplásticos en la biota marina causa malnutrición, dificulta o a veces imposibilita la correcta alimentación por una obstrucción en el tracto intestinal.
La cosa no termina acá, los organismos, especialmente los depredadores, pueden comer una presa que en su vida ha tenido un gran consumo de microplásticos. Este proceso se llama bioacumulación, y la investigadora lo ejemplifica así: “Vos tenés un pez que por 20 años consumió, consumió microplásticos, microplásticos y lo va acumulando. Entonces, cuando viene, por ejemplo, este ave mayor, se lo come no solo consume el pez, sino todos los microplásticos que tenía adentro”.

Los microplásticos pueden ser un objeto de estudio de suma importancia para la ciencia actual, pero no son la última escala de plástico que se puede estudiar. Los microplásticos pueden fragmentarse aún más y convertirse en nanoplásticos, la nueva pesadilla del mundo científico.
¿Qué hacemos con el plástico?
Las investigadoras del CONICET lo tienen claro: “Se tendría que dejar de usar plástico”. Más allá de que el plástico sea un material totalmente incorporado a nuestro estilo de vida y que tenga propiedades buenas, no son suficientes motivos para contrarrestar sus propiedades negativas.
Es menester no esperar a que una decisión sea tomada por las grandes industrias, el plástico tendría que dejar de ser la primera opción en muchos casos, y de serlo, su uso tendría que ser reducido cuantitativamente. A su vez, una larga mayoría del plástico debería ser al menos reciclado.
Para los científicos, el desafío no solo es medir la cantidad y el tipo de microplásticos, sino también crear conciencia sobre su origen. La ciencia puede aportar evidencia, pero es necesario un compromiso social y político para reducir el uso de plásticos.
FUENTES
CONICET La Plata (2022). Ingesta de microplásticos en aves migratorias del Río de la Plata. https://laplata.conicet.gov.ar/un-estudio-del-conicet-la-plata-detecta-la-dinamica-de-ingesta-de-microplasticos-en-aves-migratorias/?utm_source=m
Pazos, R., Gomez, N. (2021). Los microplásticos en el ambiente: una problemática preocupante en la costa del Río de la Plata. Revista Museo. http://hdl.handle.net/11336/158733
María F. Ríos, Federico Márquez, Melisa Gatti, David Galván, Gonzalo Bravo, Gregorio Bigatti, Martín I. Brogger. (2020). Microplasticos: Macroproblemas. Academia Nacional de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales (ANCEFN). https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/129919/CONICET_Digital_Nro.4888d95c-638c-482d-badc-3789e2e67940_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y
Arias, Andres Hugo ; Ronda, Ana Carolina ; Gomez, Nora ; Pazos, Rocío Soledad ; Amalvy, Javier; Dimauro, Rosana; Ondarza, Paola Mariana ; Miglioranza, Karina Silvia Beatriz ; Marcovecchio, Jorge Eduardo. (2020). Residuos plásticos en Argentina: Su impacto ambiental y en el desafío de la economía circular. Academia Nacional de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales (ANCEFN). https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/126960/CONICET_Digital_Nro.9e595676-baf5-40ba-a649-583cb22354f1_A.pdf?sequence=2&isAllowed=y
Hidalgo-Ruz, V. & Thiel, M. (2022). Microplastics in freshwater ecosystems: sources, impacts and solutions. https://www.researchgate.net/publication/263897035_Microplastics_in_freshwater_ecosystems_What_we_know_and_what_we_need_to_know





Felicidades por el trabajo en conjunto! Saludos desde Punta Cana