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MUERTE SOLIDARIA: “¿SIRVO COMO AYUDANTE?”

  • Denise Gomez
  • 19 nov 2024
  • 6 Min. de lectura

La falta de donantes de órganos es una problemática que afecta de manera significativa al sistema de salud y es por eso que se ven obligados a optar por otras alternativa. Luis solía dudar de si era bueno para ayudar a los demás y su donación de órganos demostró que sí lo era.


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El donante en asistolia se define como aquella persona que, tras ser certificada su muerte clínica por una parada cardiaca, contribuye a la donación de órganos. Este proceso implica que el paciente debe haber fallecido de manera irreversible antes de que se proceda a la extracción de los órganos.


El 19 de septiembre de 2024, Luis Alberto “Luisito” Abaca de 65 años acudió al servicio de urgencias de un hospital público tras sufrir un accidente que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico con hemorragia cerebral. Los profesionales de la salud respondieron con rapidez al ingresarlo al quirófano para una intervención neuroquirúrgica, la cual se llevó a cabo exitosamente.

 

Después de una exitosa cirugía, Luis Alberto fue ingresado en la unidad de terapia intensiva, donde quedó bajo la supervisión del equipo médico. A medida que transcurrieron los días, su condición no mostró signos de mejora, y las perspectivas de recuperación se tornaron desalentadoras. No obstante, en medio de este entorno crítico, surgió una oportunidad significativa que brindó consuelo a su familia: la posibilidad de que Luis se convirtiera en un donante en asistolia, lo que ofrecería la posibilidad de salvar otras vidas.

 

¿Qué es la donación en asistolia? ¿Cómo es su procedimiento? 

La donación en asistolia es una estrategia diseñada para aumentar el número de donantes de órganos. Los progresos tecnológicos han permitido la posibilidad de extraer órganos de donantes que han fallecido debido al cese irreversible de las funciones circulatorias, es decir, “la donación post parada cardíaca”, según aclara Ender Duarte, especialista en Procuración de Órganos y Tejidos del Incucai. 

 

El Incucai ha implementado un protocolo para la ablación de órganos que comienza con la obtención del consentimiento familiar. Luego, se desconectan los equipos médicos que asisten al paciente. Durante este proceso, el equipo de médicos tratantes realiza las gestiones necesarias, mientras que los cirujanos ingresan únicamente para llevar a cabo la extracción de los órganos.

 

El donador en asistolia debe someterse a una serie de estudios que validen su condición como posible donador. Inicialmente, se realiza una evaluación para determinar si el corazón se para al momento de la desconexión de los equipos médicos. Ender explica: “Cuando sacamos el respirador puede pasar dos cosas: que quede en coma y lo pasamos a un lugar de cuidado paliativos, o que su corazón se pare”.

 

Es importante señalar que la donación en asistolia (DA) es un procedimiento poco frecuente en Argentina y genera un debate ético considerable. Menos del 20% de los pacientes que requieren un trasplante logra recibir un órgano, lo que impulsa la necesidad de explorar y adoptar alternativas en los métodos de donación.

 

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(Fuente: INCUCAI)


 La donación en Argentina

La donación en asistolia se encuentra bajo la ley de donación 27.447 de trasplante de órganos, tejidos y células, bajo el artículo 36 donde se incluye la muerte mediante la determinación del cese irreversible de las funciones circulatorias o encefálicas según sea el caso. 

 

“La primera donación en asistolia de nuestro país se realizó en el año 2014 Tucumán, luego en 2018 y de ahí en adelante fue continuó” comenta el coordinador del Incucai. Actualmente ya son 63 donaciones con este método realizadas en el país. Además “desde el año pasado Argentina es el único país de América del sur que la realiza y somos los primeros”, añade el especialista. 

 

La muerte encefálica se define como el cese completo e irreversible de la actividad cerebral, que incluye tanto el cerebro como el tronco encefálico. A diferencia de un estado vegetativo o un coma profundo, en los que aún puede haber alguna actividad cerebral residual, la muerte encefálica indica que el paciente tiene una pérdida total de la función cerebral, que no puede ser revertida ni restaurada.

 

Debido a la larga lista de espera de personas que necesitan un trasplante, y los pocos donadores que hay, la donación en asistolia puede solucionar mucho sobre esta problemática. “La asistolia es muy innovadora”, expresa Duarte y agrega: “Si al menos el 80% de los hospitales realizarán asistolia, solucionaría un problema muy grande de la salud, ayudaríamos a muchas personas”.

 

Un ejemplo sobre la importancia de la donación y la asistolia es que no sólo reducirían las listas de esperas de los pacientes que depende de un trasplante para salvar su vida, sino que se eliminaría la lista de espera de córneas. “No habría personas ciegas esperando una córnea para poder volver a ver”, afirma el especialista. 

 

El paciente, la familia y los profesionales


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Los profesionales de la salud hacen un juramento que es velar por el bien de los pacientes. Aquellos que ingresan a terapia intensiva (UTI) pueden tener un caso potencialmente reversible, pero en el caso de que no sea así, las medidas de UTI se vuelven “encarnizadoras”. “En la atención del paciente no podemos encarnizarlo, es decir, hacer cosas sin tener resultados médicos”, afirma y añade: “Estar entubado duele”. 

 

“Si yo instauró un tratamiento en alguien que no va a tener respuesta, entonces ese tratamiento no va a ser eficaz” , comenta el Dr Duarte sobre los pacientes que pueden donar en asistolia. “No respetó el principio ético que es curar y sanar”, esgrime.

 

El especialista destaca que lo importante es la comunicación con la familia. “Si tenemos comunicación toman esto como lo que es, un acto de bondad”, expresa el profesional. Además, revela que la familia tiene que participar en el tratamiento, saber y asegurarse que los médicos hacen todo su esfuerzo por el paciente. 


Donar es vivir en otro cuerpo

“La familia no lo sabe, pero a los médicos no nos hace bien cuando una persona fallece”, manifiesta Duarte y agrega: “Incluso para nosotros que ayude a otra vida nos da la sensación de que es bueno lo que estamos haciendo”. 

 

Norma es familiar de Luis Abaca y luego de más de un mes de su fallecimiento hoy expresa sus sentimientos sobre la donación en asistolia y asegura que “donar órganos es dar vida a otra persona que lo necesita realmente”. “A veces somos egoísta, pero si sabemos que un familiar puede vivir en otro cuerpo, y salvar una persona que lo necesita, donen. Hay que sacarnos ese tabú por qué nos vamos a sentir mejor”, plantea. 


“Si pudiera decirle algo a Luisito, le diría que estoy muy orgullosa. Es una alegría saber que salvó personas, siempre quiso ayudar a las personas, siempre ayudaba y esta vez lo hizo con su vida”, comenta Norma, entre lágrimas. También, llama a la concientización y manifiesta: “Espero que las persona tomen conciencia y sepan que no es nada malo, al contrario, es dar vida y saber que un poco de nuestro familiar vive en otro cuerpo”. 

 

La donación de órganos, especialmente en el contexto de la asistolia, ha desatado un intenso debate ético. Este fenómeno, todavía en desarrollo, se enfrenta a numerosos desafíos que surgen principalmente del desconocimiento que rodea al procedimiento. Las dudas y temores pueden obstaculizar la voluntad de donación, generando un perjuicio que afecta tanto a los pacientes en espera de un trasplante como a sus familias. 

 

Sin embargo, los relatos de familiares, profesionales de la salud y personas que han recibido un trasplante destacan la importancia vital de la donación. Estas experiencias personales ponen de manifiesto el impacto positivo que tiene, no solo en la vida de los receptores, sino en todas las partes involucradas, resaltando la necesidad de la conciencia y la información sobre el tema. 


 

Muerte digna y eutanasia

El debate sobre la donación en asistolia plantea preguntas fundamentales sobre la ética médica y el valor del fin de la vida, ¿Se debe priorizar la muerte digna a través de cuidados paliativos?, o ¿Tener una muerte digna y solidaria donando órganos para salvar a otros? 

 

En Argentina existe la Ley N° 26.742, conocida como la ley de muerte digna, que establece que, en caso de enfermedad terminal o incurable, los pacientes y/o familiares podrán evitar que se sigan realizando tratamientos. Asimismo, como expresa el especialista Duarte, estos pacientes serían derivados a cuidados paliativos que son los cuidados del fin de la vida. 

 

Por otra parte, la eutanasia se define como el procedimiento médico de dar fin a la vida de un paciente que lo haya expresado de esa manera con el objetivo de evitar sufrimiento. A diferencia de la muerte digna no está permitida en Argentina, aunque ya son cinco los proyectos presentados en el Congreso para que se apruebe la ley. 

 

En este debate, la sociedad y la comunidad médica necesitan tener y brindar más información sobre el tema, así no solo se resuelve una problemática que afecta el sistema de salud, sino que también la muerte solidaria deja de ser un concepto y se vuelve una realidad que salva vidas. 


Fuentes







Donación en asistolia y cuidado del final de vida: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0122726223000484


1 comentario


Diana Colombres
Diana Colombres
21 nov 2024

Muy buena nota , excelente información 👌 👍

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