DÍA MUNDIAL CONTRA EL USO INDISCRIMINADO DE AGROQUÍMICOS
- Equipo elemental
- 26 nov 2023
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Los plaguicidas que aumentan la producción agrícola pero también las enfermedades.

El 26 de noviembre se celebra el Día Mundial Contra el Uso Indiscriminado de Agroquímicos, que son pesticidas utilizados para prevenir plagas en el proceso de producción agrícola. Se busca concientizar acerca de su manejo indebido y la crisis medioambiental que provoca.
La fecha elegida es para conmemorar el Desastre de Bophal, ocurrido en India en 1984, ocasionado por una fuga de isocianato de metilo, líquido utilizado en la fabricación de plaguicidas, que dejó 25 mil víctimas fatales y 500 mil heridos.
Claudia Romero, abogada especializada en políticas ambientales, explica que hay “una relación entre el consumo de productos con agroquímicos y el deterioro de la salud debido a su acumulación en sangre”, especialmente en las “poblaciones cercanas a las fumigaciones de los campos”.
Este tipo de químicos terminan por contaminar la atmósfera, el suelo y los acuíferos. Muchos polinizadores se ven afectados también, y por ende, surgen nuevas plagas y enfermedades.
Para evitar el uso dañino de agroquímicos se debe cumplir con los requerimientos en las instalaciones de almacenamiento, tener equipo y procedimientos de limpieza de emergencia y seguridad para el manejo y la aplicación de los productos.
Uno de los pioneros en detectar los efectos negativos del glifosato en la salud y el medioambiente fue el investigador principal del CONICET, Andrés Carrasco, fallecido en 2014, quien había denunciado que regía en su momento “un sistema de negación”, sobre los resultado adversos que se publicaban científicamente sobre este químico.
“El glifosato no es el centro del problema, ni Monsanto (la multinacional sojera). Lo más grave es el modo de producción actual que tiene un efecto perverso sobre el ambiente, la salud humana y la sociedad”, agrega Carrasco.
En 1996, se aprobó en el país la liberación comercial de la soja RR, resistente al herbicida glifosato, ante lo cual, los agricultores eran inducidos por la prensa y los vendedores de estos químicos con información recurrente de “las bondades” de implementación de los nuevos cultivos.
Ante el aumento de producción de la soja en la Argentina, posible gracias a la manipulación genética de las semillas para que resista al glifosato, Romero advierte sobre que el “único propósito en la economía es aumentar las ganancias de quienes producen”.
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