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AL PAN, PAN Y AL TRIGO, CIENCIA

  • Foto del escritor: Gonzalo Fraiz
    Gonzalo Fraiz
  • 19 nov
  • 5 Min. de lectura

El campo, motor histórico de la economía argentina, depende de la salud de sus cultivos. Por eso, los científicos implementan nuevas tecnologías para lograr cosechas más sanas y estables que mantengan la oferta y los precios.


Domingo a la mañana. Marcos se levanta, pone la pava y, mientras se calienta el agua, sale con un objetivo claro: conseguir facturas. Va a la panadería y descubre que otra vez aumentó un 15% la docena. Se va indignado, directo a la pizzería en busca de pizza fría, su “desayuno de campeones”. Ve los precios: otro aumento, ahora del 20%. Se fue y ya se hizo tarde, perdió toda la mañana y decide ir a la fábrica de pastas para comprar el almuerzo, aunque no sabe si hacer tallarines o sorrentinos, como hacía su abuela. Al llegar, otro aumento del 10%. Le pregunta al dueño por qué todo sube, si se supone que “ya no hay inflación”. Le explican que todos esos productos se hacen con harina, y que el precio del trigo no para de moverse.


Imagen realizada con inteligencia artificial
Imagen realizada con inteligencia artificial

El precio del trigo, un reflejo del país


Detrás del valor de un kilo de harina hay muchos factores: los vaivenes del mercado, las decisiones económicas, la demanda nacional e internacional y, sobre todo, el clima. Una sequía prolongada puede arruinar la cosecha; el exceso de humedad, en cambio, favorece la aparición de enfermedades fúngicas. Cuando el trigo se enferma, la producción y la calidad del grano caen, y los precios se disparan. Una de esas enfermedades es la Roya de la hoja, una afección que deja manchas anaranjadas y rojizas en las plantas y genera pérdidas económicas cada año.


 Planta de trigo enferma con Roya de la hoja
 Planta de trigo enferma con Roya de la hoja

 


Video creado con inteligencia artificial

El pico máximo del aumento tuvo lugar la temporada 2023-24 alcanzando un aumento interanual del 243,76%. En el siguiente gráfico vemos el precio de este cultivo año por año


Ciencia argentina contra una plaga silenciosa


Quien realizó un aporte científico para enfrentar este problema es Sofía Obregón, Licenciada en Biotecnología por la Universidad de Morón. En su tesina desarrolló 422 nuevos marcadores que permiten identificar rápidamente los cultivos resistentes a esta enfermedad. De esta manera, se logra una cosecha más estable y una oferta de trigo más previsible.

Biotecnóloga Sofía Ornella Obregón graduándose a sus 23 años
Biotecnóloga Sofía Ornella Obregón graduándose a sus 23 años

Según Obregón, la pérdida del rendimiento en Argentina a causa de la Roya de la hoja “es de entre un 5 y un 10%. Esto tiene que ver según el año y según las condiciones climáticas que se dieron en ese año. Y en cuanto a dinero –continúa la biotecnóloga- se estima que es aproximadamente 100 millones de dólares anuales solo en Argentina.


Su investigación, que duró aproximadamente un año y medio, sentó las bases para futuras investigaciones y programas de mejoramiento, ya que los marcadores que ella diseñó sirven para identificar los genes relacionados con la resistencia, lo que facilita el desarrollo más rápido de nuevas variedades que sean resistentes. Es alucinante que algo tan diminuto pueda generar un impacto positivo en algo tangible, por ejemplo, el kilo de pan.


“La Roya de la hoja es una enfermedad –afirma Sofía Obregón-, es una infección que produce un hongo que se llama ‘Puccinia triticina’. Este hongo infecta tanto las hojas como las vainas y la enfermedad se manifiesta con la aparición de unas manchas anaranjadas que se denominan ‘pústulas’, que hacen que la planta no puede llevar a cabo la fotosíntesis como debería y es por eso que se debilita, da menos granos y el cultivo pierde rendimiento”.

Consecuencias de la enfermedad “Roya de la hoja” en el trigo
Consecuencias de la enfermedad “Roya de la hoja” en el trigo

Sofía Obregón explica que las variedades parentales Buck Poncho y Purple Straw son los progenitores de la población de estudio. Buck Poncho es el padre resistente, quiere decir que tiene genes de resistencia, que no presenta los síntomas de la enfermedad, y por otro lado tenemos a Purple Straw que es el susceptible. En este caso sí presenta los síntomas de la enfermedad (…) y de la cruza de estos dos salió la población de estudio.


De los genes al campo: cómo se prueba la resistencia


Durante su trabajo de campo en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se encargó de sembrar y recolectar una población de trigo, para posteriormente tomar algunas hojas y extraerles el ADN. Esta extracción fue llevada a un invernáculo -un campo cerrado donde se realiza todo en menor escala- para enfermar las hojas en condiciones estables de luz, temperatura y humedad con el fin de evaluar cómo es el desarrollo de esta enfermedad, que es irreversible una vez avanzada en el trigo.


En cuanto a los resultados de la investigación, Obregón comenta: “aunque diseñé 224 marcadores, solo se sintetizaron 39”. Esto quiere decir que de los 224 marcadores que había creado en su investigación, solo 39 fueron los que realmente se enviaron a una empresa en Estados Unidos para que los prepararen. La empresa los convierte en polvo al quitarles el agua, y luego se los envían para que pueda usarlos en sus estudios de campo. A partir de ahí la muestra se sigue achicando, porque no en todos los marcadores se pueden visualizar las características necesarias para saber si la variedad analizada es resistente a la enfermedad. “Si yo no visualizo nada, ese marcador no me sirve, y en caso de que sirva tiene que ser polimórfico, es decir mostrar una diferencia entre ambos padres”, detalla la investigadora.


En el estudio, las variedades Buck Poncho y Purple Straw, que fueron los “padres” de la población analizada: la primera es resistente a la roya de la hoja y la segunda, susceptible. Esto se logra aplicando un gel que permite ver una banda -lo que indica susceptibilidad- o dos bandas – lo que indica resistencia-. Con el mismo proceso, si “un hijo” presenta dos bandas será resistente, y si muestra una sola, será susceptible. Si el marcador no muestra ninguna, no sirve para el análisis, concluye.


Trigo pan
Trigo pan

Obregón logra traducir procesos complejos de la biotecnología a un lenguaje claro y accesible, haciendo posible que sus descubrimientos se comprendan más allá del ámbito científico, y celebra que instituciones como la Universidad de Morón impulsen pasantías para unir, mediante el trabajo de campo, la teoría y la empiria: “Me parece genial que las universidades impulsen a que los estudiantes puedan hacer las pasantías porque es el primer acercamiento que tenés al ámbito laboral antes de después introducirte en la industria (…) es el primer pasito para llevar a cabo todo lo teórico que aprendiste, y ponerlo en algo práctico que trae beneficios a la comunidad”.


2 comentarios


Jorge TL
Jorge TL
26 nov

Buenísimo chicos,

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Zully Zully
Zully Zully
26 nov

EXCELENTE INFORME !!

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